martes, 11 de noviembre de 2014

Los hombres que miraban fijamente a las cabras, Jon Ronson



Tras la derrota de Vietnam, el ejército de los Estados Unidos exploró todo tipo de posibilidades para impedir nuevos fracasos militares… y el control mental fue una de ellas. Ésta es la historia real de un destacamento militar del ejército estadounidense especializado en fuerzas paranormales, cuyos integrantes pretendían aprender a asesinar al enemigo con la mirada, dominar la técnica de atravesar paredes, conseguir poderes similares a los de los caballeros Jedi de La guerra de las galaxias, y desarrollar otras de espionaje psíquico… técnicas que más tarde se usarían en la «Guerra contra el terror» del presidente George W. Bush.
Reconozco que me acerqué a este libro pensando que era de humor, y ficción... Y me encontré con algo completamente distinto.

Para empezar, no es humorístico en absoluto. Está todo tratado con el mayor rigor posible, acudiendo y citando varias fuentes de información, y contanto los hechos de forma rigurosa. No es humorístico, pero el contenido la verdad es que aún no he decidido si me hace reir... o llorar.

Porque vamos a ver, la realidad es que esto no es serio, ¿no? No se espera algo así de un ejército, y mucho menos del de los Estados Unidos, que se supone que es la élite. Que me lo hubieran contado de aquí, de España, el pais de la pandereta, donde los tanques van con parches en las ruedas (?), y las armas remendadas con cinta aislante, pues sí. Oiga, teniente, que no tenemos psíquicos de verdad... No pasa nada, tú mira fijamente a la cabra hasta que se muera. Pero teniente, si yo me puedo quedar bizco, pero la cabra sigue ahí de pie... Eso es porque no te concentras, soldado. Y al próximo que se ría le caen 30 días en el calabozo...

Pues algo así debió pasar en Estados Unidos tras la guerra de Vietnam. No sólo llegaron traumatizados los soldados, sino que fue un duro golpe para la institución entera. Y buscaron soluciones alternativas. Estamos hablando de los sesenta y los sesenta, cuando el apogeo del new age y las terapias naturalistas... De modo que ahí volvieron la vista los señores del ejército, y dijeron ¿por qué no? ¿Por qué no probar lo que no se ha probado hasta ahora, por improbable que parezca? Y ahí se lanzaron, compraron unas pocas cabras y tuvieron a un destacamento mirándolas hasta que alguno de los dos, soldado o cabra, desfalleciera.

El libro está narrado en forma de documental, la voz la lleva el autor, comenta sus pesquisas en primera persona, cuenta lo que le dicen sus informadores en tercera y también incluye diálogos. Da los nombres y apellidos de cada uno de sus informadores, y estructura el libro en capítulos. Todo esto hace que la lectura sea amena, entretenida. Y lo que te cuenta no tiene desperdicio, la verdad. Cada página que avanzaba se me abría más la boca, del asombro, no del aburrimiento.

Tiene una hipótesis final, en la que especula que el destacamento tan nefasto (ningún soldado consiguió resultados) era tan solo una pantalla, que en algún lugar unos psíquicos de verdad estaban haciendo trabajo de verdad... Pero yo no sé qué pensar, la verdad. Porque si me creo que unos soldados, que no destacan por su apertura de mente que digamos, se dedican a intentar matar cabras con la mirada porque así se lo ha ordenado su superior, entonces estoy dispuesta a creerme (casi) cualquier cosa.



Es una lectura interesante, cuanto menos. También tiene adaptación al cine, aún no he visto la película, pero dejo el trailer por si alguien siente curiosidad.
 
 
 

2 comentarios:

  1. No lo he leído pero Pablo creo que sí o ha visto la película. Es tan absurdo que me tienta. Muchos besos.

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  2. No sé si me animaré con este libro. NO es lo que suelo leer. Aunque como dice Goizeder, es tan absurdo que tienta...
    Besotes!!!!

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